RENÉ DESCARTES
(La Haye, Francia, 1596 - Estocolmo, Suecia, 1650) Filósofo y matemático francés.
René Descartes se educó en el colegio jesuita de La Flèche (1604-1612)
Encerrado al lado de una estufa y lejos de cualquier relación social, sin más compañía que la de sus pensamientos. En tal lugar, y tras una fuerte crisis de escepticismo, se le revelaron las bases sobre las cuales edificaría su sistema filosófico: el método matemático y el principio del cogito, ergo sum. Víctima de una febril excitación, durante la noche del 10 de noviembre de 1619 tuvo tres sueños, en cuyo transcurso intuyó su método y conoció su profunda vocación de consagrar su vida a la ciencia.
En 1637 apareció su famoso "Discurso del método", presentado como prólogo a tres ensayos científicos. Por la audacia y novedad de los conceptos, la genialidad de los descubrimientos y el ímpetu de las ideas, el libro bastó para dar a su autor una inmediata y merecida fama, pero también por ello mismo provocó un diluvio de polémicas, que en adelante harían fatigosa y aun peligrosa su vida.
Este principio lo halló en la existencia de la propia conciencia que duda, en su famosa formulación «pienso, luego existo». Sobre la base de esta primera evidencia pudo desandar en parte el camino de su escepticismo, hallando en Dios el garante último de la verdad de las evidencias de la razón, que se manifiestan como ideas «claras y distintas».
La filosofía de Descartes
En el Discurso del método (1637), Descartes manifestó que su proyecto de elaborar una doctrina basada en principios totalmente nuevos procedía del desencanto ante las enseñanzas filosóficas que había recibido.
Pienso, luego existo
La duda, razona entonces Descartes, es un pensamiento: dudar es pensar. Ahora bien, no es posible pensar sin existir.
Clases de ideas
Las representaciones de nuestro pensamiento son de tres clases: ideas «innatas», como las de belleza o justicia; ideas «adventicias», que proceden de las cosas exteriores, como las de estrella o caballo; e ideas « ficticias», que son meras creaciones de nuestra fantasía, como por ejemplo los monstruos de la mitología.
Res cogitans y res extensa
Aquello que «existe de tal modo que sólo necesita de sí mismo para existir.
La comunicación de las sustancias
La separación radical entre materia y espíritu es aplicada rigurosamente, en principio, a todos los seres. Así, los animales no son más que máquinas muy complejas. Sin embargo, Descartes hace una excepción cuando se trata del hombre. Dado que está compuesto de cuerpo y alma, y siendo el cuerpo material y extenso (res extensa), y el alma espiritual y pensante (res cogitans), debería haber entre ellos una absoluta incomunicación.
Su influencia
Tanto por no haber definido satisfactoriamente la noción de sustancia como por el franco dualismo establecido entre las dos sustancias, Descartes planteó los problemas fundamentales de la filosofía especulativa europea del siglo XVII. Entendido como sistema estricto y cerrado, el cartesianismo no tuvo excesivos seguidores y perdió su vigencia en pocas décadas. Sin embargo, la filosofía cartesiana se convirtió en punto de referencia para gran número de pensadores, unas veces para intentar resolver las contradicciones que encerraba, como hicieron los pensadores racionalistas, y otras para rebatirla frontalmente, como los empiristas.